Un Wallbox es un punto de recarga para automóviles eléctricos que tiene la forma de una caja y se instala montado en la pared. Se conecta a la red eléctrica mediante un circuito específico que soporta una carga mayor de energía y funciona como un transformador para convertir la electricidad de la red en el alimento de las baterías del coche. La mayor ventaja de estos cargadores eléctricos para coches es su practicidad, pudiéndose instalar en el garaje de una vivienda.
Algunos modelos permiten programar el horario de las cargas para aprovechar las franjas en las que el coste de la electricidad es reducido. Además, los Wallbox están equipados con funciones que protegen contra el riesgo de sobrecalentamiento, las descargas eléctricas y los picos de tensión. Otra de sus ventajas es la rapidez, ya que la potencia es muy superior a la de una toma de corriente normal.
Las instalaciones no son un problema, ya que nuestro equipo técnico de Voltazero se encarga de encontrar la mejor ubicación para los cargadores eléctricos y realiza una prueba de diagnóstico del sistema eléctrico doméstico. En total, toda la operación dura entre una y cinco horas.
Instalar un Wallbox en el parking doméstico o en uno comunitario conlleva una serie de ventajas, dentro de las cuales la más popular es la de posibilitar la carga del vehículo de forma rápida, segura y económica.